La bomba sexy que se convirtió en catequista
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A los 46 años, Gisela Barreto, la bomba sexy que acompañó a Sofovich en la época dorada de los `90m, dedica sus días a Dios. La ex vedette reveló que sintió la presencia de la Virgen y desde allí va todos los días a misa, reza el rosario en grupo y da clases de catequesis.
Sola por primera vez en su vida, aunque entendió "que Jesús le va a mandar una persona si es su voluntad", la bomba sexy de los `90 que estuvo al lado de Gerardo Sofovich e ilustró muchas tapas de revistas desnuda contó cómo son sus días hoy lejos de la exposición mediática.
Al igual que Millie Stegman, quien conoció en el camino de la espiritualidad y con quien comparte la misa de todos los días, Barreto relató que gracias a la devoción de su madre por la Virgen de Medjugorje encontró el camino de la paz y la fe.
"En abril de 2010 viajé a conocer Medjugorjem, un pequeño pueblito de Bosni y ahí sentí por primera vez la presencia de la Virgen. Desde ese día nada volvió a ser igual", contó la rubia al diario Muy.
"Tras el viaje entendí que la Virgen me había llamado para ser su alumna de su escuela de amor y acepté serlo. Tengo el cuerpo voluptuoso que tuve siempre pero ya no siento que tenga que mostrarlo. Voy al gimnasio dos o tres veces por semana pero mis días son diferentes. Empiezan y terminan rezando. Soy otra, la persona que se dio cuenta que no sirve explotar su cuerpo sino el alma", resaltó Gisela quien actualmente se desempeña como profesora de catequismo en la Parroquia Nuestra Señora de Loreto, en el barrio porteño de Palermo.
MinutoUno.com
Sola por primera vez en su vida, aunque entendió "que Jesús le va a mandar una persona si es su voluntad", la bomba sexy de los `90 que estuvo al lado de Gerardo Sofovich e ilustró muchas tapas de revistas desnuda contó cómo son sus días hoy lejos de la exposición mediática.
Al igual que Millie Stegman, quien conoció en el camino de la espiritualidad y con quien comparte la misa de todos los días, Barreto relató que gracias a la devoción de su madre por la Virgen de Medjugorje encontró el camino de la paz y la fe.
"En abril de 2010 viajé a conocer Medjugorjem, un pequeño pueblito de Bosni y ahí sentí por primera vez la presencia de la Virgen. Desde ese día nada volvió a ser igual", contó la rubia al diario Muy.
"Tras el viaje entendí que la Virgen me había llamado para ser su alumna de su escuela de amor y acepté serlo. Tengo el cuerpo voluptuoso que tuve siempre pero ya no siento que tenga que mostrarlo. Voy al gimnasio dos o tres veces por semana pero mis días son diferentes. Empiezan y terminan rezando. Soy otra, la persona que se dio cuenta que no sirve explotar su cuerpo sino el alma", resaltó Gisela quien actualmente se desempeña como profesora de catequismo en la Parroquia Nuestra Señora de Loreto, en el barrio porteño de Palermo.
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